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Un nuevo año y nuevos retos en 2024

Si echamos la vista atrás, veremos las tendencias y podremos predecir los retos y oportunidades a los que nos enfrentaremos durante este año en nuestro sector. A juzgar por las fuertes tendencias actuales, de un modo u otro, todo girará en torno a la sostenibilidad en 2024, a medida que  avancemos en la comprensión de sus múltiples aspectos.

Eficiencia energética y más allá

Tradicionalmente, nuestro sector se ha centrado mucho en un único aspecto de la sostenibilidad, a saber, la eficiencia energética. Algo que, obviamente, debe continuar. Con los precios de la energía por las nubes y el problema climático cada vez más acuciante, la presión por economizar con la energía ha creado un impulso disruptivo poco habitual en nuestra industria, alejada de los combustibles fósiles. Uno de los resultados es la curiosidad surgida en torno a las diferentes soluciones de bombas de calor, una tendencia que continuará en 2024. Como fabricantes de estas unidades, tenemos que ayudar a difundir conocimientos en este ámbito, desde aspectos prácticos como los requisitos de espacio, thasta el potencial de ahorro energético que supone gestionar las bombas de calor como parte integrante de un conjunto de elementos de climatización.

Y hablando de un sistema de climatización, a medida que los productos se vuelven más eficientes, la gran oportunidad que nos queda en materia de ahorro energético es precisamente ésta: cómo hacer que las distintas partes de nuestras instalaciones técnicas funcionen realmente en armonía.  El potencial en este campo es enorme y, con los rápidos avances de la digitalización, disponemos ahora de las posibilidades técnicas para colmar eficazmente las lagunas del sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado. Con iniciativas como la Renovation Wave de la UE, también tenemos una oportunidad de oro para acelerar el ritmo de implantación, que no sólo está hablando de un programa de sostenibilidad, sino que también está suponiendo un enorme cambio a mejor en lo que respecta a los climas interiores en los que las personas pasan casi el 90 % de sus vidas.

El concepto de sostenibilidad ha evolucionado a la velocidad del rayo en el sector de la construcción durante 2023, con aspectos que van más allá del consumo de energía, y esto también marcará el próximo año. El tema del carbono incorporado, que no hace mucho era un tema poco conocido, ha cobrado un enorme interés en el sector inmobiliario. Las soluciones adoptan muchas formas, desde  materias primas con bajas emisiones de carbono in en las instalaciones técnicas hasta refrigerantes alternativos, pasando por soluciones para revitalizar y reutilizar los productos instalados. El reciente acuerdo del Consejo y el Parlamento Europeos sobre la eliminación progresiva de los gases fluorados de efecto invernadero (gases fluorados) y lo que esto significa para el sector, estará en el candelero también en 2024 y generará un gran interés.

El clima interior y la calidad del aire cobran interés

En nuestra búsqueda constante de kilovatios hora y equivalentes de dióxido de carbono, corremos el riesgo de olvidar el propósito fundamental de nuestra industria: ofrecer lugares sanos y productivos en los que las personas puedan pasar su tiempo. Y de hecho hay una fuerte tendencia a reconocer esto también, aunque pueda ser menos evidente que la tendencia al ahorro energético. Ahora mismo nos encontramos en medio de una revolución pospandémica de la calidad del ambiente interior (IEQ), siendo la la primera conferencia europea de la OMS sobre calidad del aire interior uno de los ejemplos más concretos. Pero hay más, la investigación sobre temas como la acústica está revelando la importancia de todos los parámetros del ambiente interior.

En resumen, el reto en el futuro será diseñar edificios con la menor huella de carbono incorporada posible, lo que mantiene el consumo de energía al mínimo, al tiempo que garantiza un clima interior productivo y saludable para que las personas que viven en su interior puedan prosperar. Y por si esto fuera poco, tenemos que asegurarnos de que este delicado equilibrio se mantenga a lo largo del tiempo, a medida que cambien los inquilinos y modifiquemos y renovemos el edificio.

En conclusión: el clima interior ha sido el centro explícito de mi trabajo desde principios de siglo, y éste es realmente el momento más dinámico y apasionante hasta la fecha. En Swegon tenemos la oportunidad de hacer grandes aportaciones a la transición ecológica y, al hacerlo, nos damos cuenta de lo compleja que es. A pesar de los retos, hay una certeza: 2024 nos brindará una serie de oportunidades interesantes e importantes para continuar nuestra impactante labor.