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A finales de mayo, Swegon celebró una serie de eventos digitales en directo en diferentes idiomas, llamados The Industry Challenge. Lo hicimos para abordar las crecientes demandas y expectativas que tenemos que gestionar en el negocio de la climatización interior.
Un estudio reciente muestra que entre el 30% y el 40% de los empleados tienen síntomas como dolor de cabeza o problemas de atención en el trabajo. Al mismo tiempo, tenemos que pensar de forma más sostenible y disminuir nuestra huella de carbono. Se trata de un reto para toda la industria, que afecta a todo, desde el desarrollo de productos hasta la forma de operar.
Personas, edificios y planeta
El enfoque global de Swegon ante el Industry Challenge consta de tres partes: el ser humano, el edificio y el planeta, y si las abordamos conjuntamente, podemos avanzar hacia una solución.
El aspecto humano es la salud y el bienestar de las personas que viven o trabajan dentro de los edificios.
Los propios edificios son un tema complicado. Las adaptaciones de los clientes y los cambios de uso a lo largo del tiempo exigen una gran flexibilidad en las soluciones. Más recientemente, la seguridad informática también se ha convertido en un problema, ya que la conectividad se aplica a veces de forma irregular.
Y en cuanto al aspecto planetario, los edificios son responsables del 40% de las emisiones mundiales de CO2, tanto por los materiales de construcción como por la energía consumida a lo largo del tiempo. Nosotros, como proveedores, tenemos una gran responsabilidad en este aspecto y debemos asegurarnos de que nuestros productos y soluciones consumen poca energía.
Es imperativo que no abordemos estos retos uno por uno en secuencia, sino que los abordemos como partes de un mismo reto, para garantizar una solución saludable, económicamente viable y sostenible.
Afrontar el reto
Entonces, ¿cómo resolvemos esto? En pocas palabras: con un enfoque de sistema. En lugar de considerar cada producto y servicio por separado, debemos asegurarnos de que todo funcione en conjunto para lograr un bajo coste del ciclo de vida. Midiendo y controlando la demanda del ambiente interior podemos crear un clima interior saludable con el menor consumo energético posible.
Ilustración de un sistema Swegon
Para ello necesitamos mejores herramientas para interactuar con el edificio y gestionarlo. Los datos recogidos con los dispositivos conectados nos permiten crear algoritmos para optimizar el rendimiento energético y el clima interior. Un ejemplo es el sistema WISE de Swegon, que ya ha sido capaz de ajustar el clima interior a las necesidades reales del edificio en cada momento con flujos de aire optimizados. Con una nueva función añadida, la optimización del agua, los datos introducidos en la sala pueden conectarse a la calefacción y la refrigeración del edificio, con lo que se consigue una reducción adicional del consumo de energía de hasta el quince por ciento.
Pero esto no es suficiente, también tenemos que llegar al siguiente nivel, más allá de los productos optimizados. Tenemos que recoger información del exterior del sistema, como las predicciones meteorológicas y el coste de la electricidad. Combinando esta información con los datos de los productos podemos crear edificios más inteligentes y desarrollar productos más inteligentes. Por ejemplo, la nueva aplicación para dispositivos móviles Swegon Inside permite a los clientes "ver" y determinar la calidad del ambiente interior. Esto aumenta el conocimiento y la conciencia del clima interior que nos rodea, conocimientos que son fundamentales si queremos impulsar el cambio. Visualizar lo invisible es la clave del futuro.
