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Hace dos años publicamos una entrada en el blog en la que analizábamos si un clima interior controlado a demanda es una inversión rentable. Hace poco me pidieron que volviera y, con un par de años de perspectiva, comentara si el tema sigue siendo relevante o si se ha producido algún cambio que afecte al contenido del blog.
Si el bolígrafo estuviera hoy en mi mano, el blog se reformularía, y el titular pasaría de plantearse retóricamente si el clima interior controlado en función de la demanda es una inversión rentable, a preguntarse si es una inversión sostenible. Analicémoslo.
Muchas empresas inmobiliarias, al igual que otras muchas organizaciones y entidades, se enfrentan al reto de adaptar sus modelos de negocio para contribuir a un futuro más sostenible y ayudar a alcanzar los objetivos globales de sostenibilidad de las Naciones Unidas (ONU). Entre los objetivos habituales de las empresas inmobiliarias en materia de sostenibilidad figuran la reducción del consumo de energía en los edificios, la disminución del impacto climático en las nuevas construcciones y reformas y, en un futuro no muy lejano, la reducción a cero de las emisiones netas de carbono. Es importante destacar que para la sostenibilidad económica, o rentabilidad, es increíblemente vital que los inquilinos permanezcan a largo plazo, y lo harán si están satisfechos. Además, varias empresas inmobiliarias aspiran a aumentar la proporción de propiedades certificadas, en parte impulsadas por la oportunidad de obtener financiación verde, pero también para obtener una ventaja competitiva.
Consumo de energía, clima interior y objetivos de sostenibilidad
De vuelta a los objetivos de sostenibilidad. Algunos de los objetivos mundiales de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas en el marco de la Agenda 2030 son especialmente relevantes en el contexto de las ampliaciones y la gestión inmobiliaria. Las oportunidades de contribuir a los siguientes objetivos son considerables:
• Objetivo 3: Salud y bienestar
• Objetivo 11: Ciudades y comunidades sostenibles
• Objetivo 12: Producción y consumo responsables
• Objetivo 13: Acción por el clima
Así que, para responder a la nueva pregunta anterior: ¿es sostenible invertir en climatización interior controlada por la demanda? ¿Puede la elección de una solución de climatización interior contribuir a la transición hacia un desarrollo más sostenible? ¿Podría incluso financiarse una inversión de este tipo con fondos verdes?
Para responder a esta pregunta, conviene aclarar algunas cosas. En el mundo occidental, los edificios representan alrededor del 40% del consumo de energía, y la energía utilizada para ventilación, calefacción y refrigeración constituye un significativo 15%. Cuando una empresa inmobiliaria emprende actividades para aumentar la eficiencia energética, la ventilación suele ser un área en la que se encuentra el mayor ahorro de energía. Esto se debe a que los edificios más antiguos tienden a estar excesivamente ventilados y a que faltan medios para ventilar, calentar o refrigerar en función de las necesidades reales del interior de un edificio. En pocas palabras, falta ventilación controlada en función de la demanda.
Otro aspecto fundamental que hay que tener en cuenta a la hora de responder al nuevo planteamiento de la pregunta es que los habitantes del mundo occidental pasan casi el 90% de su tiempo en interiores. Sentirse bien y cómodo en el ambiente interior debería ser crucial para alcanzar el tercer objetivo de la ONU antes mencionado.
En la Katedralskolan de Linköping (Suecia), el ahorro energético asciende a un sorprendente 70% tras un proyecto de reforma. El cambio a nuevas unidades de tratamiento de aire, con recuperación de calor de alta eficiencia, y la inversión en un sistema de climatización interior con control en función de la demanda de eficiencia energética marcaron esta increíble diferencia en el consumo de energía. Al mismo tiempo, el personal y los estudiantes expresaron grandes mejoras en el clima interior, y hoy están mucho más satisfechos con el ambiente interior.
Así pues, es posible reducir significativamente el consumo de energía sin comprometer el clima interior, garantizando así la satisfacción de los inquilinos. Todo esto está claramente relacionado con todos los objetivos de sostenibilidad de la ONU mencionados anteriormente.
De rentable a sostenible
Un inmueble puede certificarse de acuerdo con diversas certificaciones de edificios para comprobar hasta qué punto es realmente sostenible. El clima interior y el rendimiento energético son componentes centrales de la mayoría de los programas de certificación, y cuando un edificio dispone de un sistema de clima interior controlado en función de la demanda, se crea una base excelente tanto para la certificación como para las altas calificaciones de la misma. Además, un inmueble con una buena clase energética y que esté construido con un nivel suficiente de certificación ambiental tiene muchas posibilidades de obtener financiación verde. Incluso las renovaciones, que pueden no cumplir los criterios iniciales de una buena clase energética y una alta certificación medioambiental, pueden optar a la financiación verde si la eficiencia energética anual estimada cumple ciertos requisitos. Como se ha mostrado anteriormente, un clima interior controlado por la demanda puede suponer un ahorro energético significativo y, por tanto, puede ser una acción susceptible de ser calificada como inversión verde.
Con los argumentos anteriores, me gustaría afirmar que el blog anterior, centrado en la rentabilidad de una inversión económica, es relevante, pero creo que es más que eso. Invertir en climatización interior controlada a demanda es sostenible, ya que puede generar una reducción significativa del consumo de energía y proporcionar efectos positivos para la salud gracias a un buen clima interior, dos factores fuertemente ligados a la sostenibilidad económica.
Más información sobre el clima interior controlado en función de la demanda, y aquí está la entrada inicial del blog de hace unos años.
