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Pequeñas medidas para reducir el consumo de energía - entrevista con Anders Hultman

Nunca antes se había prestado tanta atención al tema de la energía como hoy. Estamos constantemente rodeados de noticias, debates y herramientas digitales que nos informan sobre la energía en términos de precio, consumo y/o escasez de la misma. Puede resultar difícil asimilarlo todo y saber qué se puede hacer para reducir la dependencia energética, especialmente en el sector de la construcción y la climatización, donde existe un delicado equilibrio entre ahorrar energía y proporcionar un clima interior en el que las personas se sientan bien.

Decidí visitar a una persona que tiene más información sobre este tema. Me reuní con Anders Hultman, ingeniero de sistemas de proyectos en nuestra fábrica unidades de tratamiento de aire de Kvänum.

Anders empezó a trabajar en Swegon hace 27 años, cuando la empresa aún se llamaba PM Luft. Desde entonces ha trabajado en el desarrollo y la puesta a punto de nuestras unidades de tratamiento de aire, lo que le hace único en cuanto a conocimientos sobre flujos de aire, fugas de energía y optimización del consumo energético, todo ello sin comprometer el clima interior.

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Cuando se le pregunta a Anders qué se puede hacer en la situación en que nos encontramos, cuando queremos mantener un clima interior óptimo, un ambiente sano y confortable dentro de nuestros edificios, sin derrochar energía inútilmente, está dispuesto a darme todos los detalles.

La sugerencia inicial de Anders es explorar la unidad de tratamiento de aire para saber cuánto tiempo lleva instalada y en funcionamiento. Las unidades de tratamiento de aire pueden durar mucho tiempo sin que se produzcan fallos apreciables en el clima interior. Sin embargo, si tienen más de 15 años, se pueden tomar algunas medidas para mejorar su funcionamiento. Por ejemplo, nuevos ventiladores o sistemas inteligentes controlados pueden marcar una gran diferencia.

El mantenimiento periódico es esencial

Tras varios años de funcionamiento, existe el riesgo de que se haya descuidado un poco el cuidado y el mantenimiento; para entonces, un ventilador ha acumulado polvo y partículas que han deteriorado potencialmente su funcionalidad. El mantenimiento periódico o la simple limpieza del ventilador pueden suponer una mejora sustancial en términos de reducción del consumo energético.

Anders explica que un sistema de control inteligente optimiza el uso de la unidad de tratamiento de aire ya sea aplicando un funcionamiento programado que refleje el uso que se pretende dar al edificio, o bien permitiendo adaptar el funcionamiento de las unidades de tratamiento de aire en función de la ocupación real del edificio. En este último caso, los sensores del ambiente interior informan a la unidad de tratamiento del aire sobre las necesidades del edificio. Puede basarse en la temperatura, la calidad del aire u otros parámetros. Entonces, la unidad de tratamiento de aire sólo funciona para satisfacer la necesidad exacta en cada momento. Por supuesto, esto ahorrará energía sin afectar negativamente a la experiencia del clima interior.

Además, conviene considerar las necesidades reales de funcionamiento de los productos elegidos en su momento para la ventilación, la calefacción y la refrigeración. ¿Los ocupantes del edificio son los mismos, o ha cambiado la finalidad, el uso y la actividad dentro de las instalaciones desde que se puso en marcha el sistema de ventilación? ¿Se ha reconstruido o renovado el edificio? Si se han producido cambios, la recomendación de Anders es asegurarse de que el funcionamiento de los productos se adapte al estado y a la utilización actuales del edificio.

Asegurar que los flujos de aire se ajusten a las necesidades reales

A continuación, Anders subraya que es importante asegurarse de que los flujos de aire se ajustan a las necesidades reales. Cuando la calefacción y/o la refrigeración se garantizan mediante otras fuentes, el flujo de aire sirve principalmente para garantizar que las personas que están dentro del edificio reciban aire fresco.

Es un frecuente creer erróneamente que el flujo de aire debe funcionar a toda velocidad aunque no haya personas en el edificio, cuando la temperatura está controlada por otras fuentes. El hecho es que, cuando no hay personas en el edificio, el caudal de aire puede reducirse a un nivel en el que sólo se cumplan los requisitos legales de circulación de aire. Es necesario que haya un cierto nivel de aire circulante para evitar las estancias mal ventiladas, la humedad elevada u olores molestos. Un sistema de climatización interior controlado a demanda es perfecto para esto. La ventilación del edificio puede programarse para que coincida con la ocupación de los locales, el sistema se optimiza y se evita el consumo de energía innecesario.

En los casos en que la calefacción y la refrigeración se proporcionan mediante un sistema por agua, es importante, desde el punto de vista energético, garantizar un caudal de agua adecuado en el sistema para no calentar más agua de la necesaria. Esto se puede conseguir realizando ajustes cuidadosos y, al mismo tiempo, prestando atención a las bombas, válvulas y otros componentes. Además, el aire en un sistema hidrónico puede convertirse en un auténtico ladrón de energía, por lo que es importante eliminarlo.

Un sistema de control inteligente puede marcar la diferencia

Es posible ofrecer todo tipo de aplicaciones para edificios con sistemas de control inteligentes, aunque quizá sea más beneficioso en edificios con requisitos de climatización interior para el confort, como escuelas y oficinas. En lo que respecta a los sistemas de control inteligente que ofrece Swegon, es cierto que son viables para su uso con unidades de tratamiento de aire y unidades de sala de otras marcas, pero dado que nuestros productos y sistemas se desarrollan como un todo, por Anders y muchos de nuestros colegas, las mayores ventajas provienen de su uso conjunto.

Anders continúa explicando que es casi imposible alcanzar los niveles más altos de certificación en normas de construcción como BREEAM, LEED y WELL, sin un sistema de control inteligente como parte de la solución HVAC. Este no es un factor menor a la hora de considerar el consumo de energía y el clima interior.

Por último, pero no por ello menos importante, Anders aconseja a propietarios, contratistas, consultores y proveedores que colaboren abiertamente, porque solo así se podrá lograr la sostenibilidad y la eficiencia energética a largo plazo.

El entusiasmo de Anders por su trabajo es indiscutible. Su competencia en cuanto a soluciones óptimas de ventilación, calefacción y refrigeración para todos y cada uno de los edificios es extraordinaria, y es un placer escuchar sus conocimientos. Agradezco a Anders su contribución y me paso las dos horas de viaje de vuelta a casa desde Kvänum pensando en todo lo que he aprendido y en el potencial de ahorro energético que se puede conseguir. Teniendo en cuenta que los edificios son responsables del 40% del consumo mundial de energía, es fundamental que hagamos todo lo posible para que sean lo más sostenibles y eficientes posible. Y he aprendido que se puede hacer mucho con pequeñas medidas.