El sonido puede ser una fuente de placer y bienestar, si es del tipo correcto, como la música, el sonido del mar... Pero otros ruidos pueden tener impactos negativos en nuestra salud. La exposición a altos niveles de ruido sin protección auditiva es obviamente perjudicial. Solo hay que asistir a un concierto de rock para darse cuenta. Sin embargo, esta exposición generalmente no dura demasiado...
En contraste, nuestros entornos (hogares, lugares de trabajo...), están llenos de todo tipo de equipos y máquinas que producen sonidos monótonos. Son precisamente estos sonidos a los que nos exponemos cada día los más difíciles de evitar, los más perceptibles y los más intrusivos. También se ha demostrado que en un espacio cerrado, el ruido de fuentes como los equipos de calefacción, ventilación y aire acondicionado obstaculiza la productividad, la concentración, la retención de la memoria y la capacidad mental de los escolares, estudiantes universitarios y empleados.
Eliminar la emisión de ruido directamente en su fuente
Todos los equipos de climatización generan contaminación acústica... y la red de ventilación es, a pesar de ello, un conducto ideal para la transmisión del sonido... La fuente de sonido más importante sigue siendo el ventilador de una unidad de climatización o tratamiento de aire. El ruido se irradia principalmente a través de los difusores. La circulación del aire también puede ser molesta, aunque su ruido es generalmente menos audible...
En todos los casos, el diseño de la red de conductos y la elección de los equipos de ventilación y de tratamiento del aire son soluciones a nuestro problema: de hecho, el tipo de ventilador, la velocidad del mismo y su eficiencia afectan a la producción de ruido. Los fabricantes tienen la responsabilidad de especificar claramente en las fichas técnicas de sus productos los niveles de potencia acústica irradiados, tanto a las habitaciones como a los conductos. El uso de silenciadores y la elección de difusores, que producen el menor ruido, son también soluciones obvias. Pero en todos los casos, el camino a seguir es el trabajo en equipo, en colaboración con los fabricantes responsables que pueden proporcionar asesoramiento, productos y soluciones adecuadas al tipo de aplicación.
El desafío es diseñar sistemas de HVAC que minimicen la generación de estos sonidos monótonos en general, lo que por supuesto es más fácil si el sistema consiste en componentes que eliminen el ruido directamente en el origen.