La viga fría es, por tanto, una tecnología versátil, y su nombre se inspira en su parecido con una viga estructural. Su longitud puede adaptarse a las necesidades específicas de cada proyecto arquitectónico. Por ejemplo, en un espacio diáfano, si el arquitecto quiere vigas de 10 metros de longitud, las denominará "vigas climáticas". Sin embargo, esta práctica sigue siendo relativamente rara hoy en día.
Otra terminología habitual es la de "módulo confort". Se trata esencialmente de una versión normalizada de la viga fría, disponible en tamaños de 600 x 600 o 1200 x 600 mm. Los módulos confort funcionan según un principio básico muy similar al de las vigas frías, pero distribuyen el aire en cuatro direcciones en lugar de dos, maximizando la zona de mezcla entre el aire entrante y el aire ambiente. Como resultado, los módulos pueden alcanzar un elevado caudal de aire sin ocupar más espacio de techo del necesario.
Los módulos confort también están optimizados para mezclar rápidamente el aire de impulsión con el aire ambiente. Esta técnica puede utilizarse de manera ventajosa para proporcionar calefacción eficiente desde el techo.
En los últimos años, los módulos confort han evolucionado considerablemente en cuanto a tecnología y rendimiento, pero también en cuanto a requisitos de espacio.
Cómo funciona
El aire primario, filtrado y pretratado en temperatura y humedad por la Unidad de Tratamiento de Aire, entra en el plenum del inductor y se inyecta en la habitación a través de toberas calibradas con precisión.
En verano, los inductores se alimentan con aire primario a unos 15 °C y agua a 15-18 °C. El aire primario se insufla desde ambos lados de la unidad a lo largo del techo. Este aire primario induce el aire ambiente a través de la rejilla central, que se enfría al entrar en contacto con la batería de frío. La calefacción se suministra por el mismo principio, utilizando un sistema conmutado o de 4 tubos.
Ventajas de un sistema de climatización por inducción
El sistema ofrece una excelente eficiencia energética en casi total silencio, sin apenas mantenimiento.
1. Ahorro de energía y mantenimiento
La combinación de módulos de confort y un sistema de control en función de la demanda permite optimizar en tiempo real los caudales de aire, las presiones y la velocidad del agua de servicio. La mejora de la eficiencia energética de los sistemas termodinámicos permite ahorrar hasta un 18% de energía y reducir hasta un 46% el consumo eléctrico de los ventiladores de las unidades de tratamiento de aire.
La ausencia de ventiladores y bandejas de condensación significa que los módulos de confort prácticamente no requieren mantenimiento, y la ausencia de filtros elimina los costes de mantenimiento y las molestias para los ocupantes.
2. Confort
La ausencia de ventilador garantiza un silencio casi absoluto para un alto nivel de confort. La baja velocidad del aire residual, inferior a 0,2 m/s, y el fácil ajuste de la distribución del aire permiten alcanzar un confort óptimo desde el momento de la instalación del sistema, así como posteriormente si se modifica la distribución.
3. Sencillez
El sistema es fácil de instalar y puede integrarse en falsos techos, techos de escayola, techos metálicos...
La flexibilidad del sistema es una gran ventaja a la hora de modificar la distribución de los locales. El uso de un sistema de climatización a demanda preintegrado e inalámbrico permite reconfigurar el módulo de confort climático en su nuevo entorno en una sola maniobra.
4. Optimización del espacio
El agua puede transportar mucha más energía que el aire. Esto significa que la red de conductos necesaria para transportar energía a través del agua puede ser mucho más pequeña y menos engorrosa que la necesaria para transportar la misma cantidad de energía a través del aire.
Desventajas
No son muchas, pero hay que señalar que este tipo de sistema es menos discreto que los difusores y requiere una inversión inicial más elevada debido a su tecnología. Además, los sistemas de inducción se utilizan generalmente cuando se requieren caudales de aire bajos o medios. Por lo tanto, no son adecuados para todas las aplicaciones, como pabellones de convenciones, estadios deportivos, centros comerciales, etc.
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