Es de sobra conocido que se puede conseguir un gran ahorro energético si se dota a los edificios de una ventilación controlada en función de la demanda, es decir, que sólo se ventila exactamente lo necesario para garantizar un buen ambiente interior. Sin embargo, el funcionamiento de un edificio cambia inevitablemente con el paso del tiempo en función de los inquilinos y la evolución de la actividad que se realice en su interior. Esto significa que, para una solución a prueba de futuro, hay que pensar en un sistema de ventilación flexible que permita satisfacer necesidades futuras.
Se han realizado algunos estudios sobre las tasas de ocupación en diferentes tipos de edificios, pero no son suficientes y aún queda mucho trabajo por hacer en este ámbito. Lo que sí se ve claramente es que, en cualquier caso, hay tendencias que cambian los patrones de comportamiento en la mayoría de las oficinas y locales comerciales.
Por ejemplo, en las oficinas, hemos pasado de los despachos individuales, a las oficinas abiertas y, más recientemente, a las "oficinas basadas en la actividad". Con el trabajo flexible y la digitalización de nuestro mundo, cada vez son más los empresarios los que permiten trabajar fuera de la oficina física.
¿Cómo se relacionan estos hechos con el diseño de la climatización? Os damos 4 consejos importantes que se debe tener en cuenta para que un proyecto sea sostenible y adaptable en el futuro.
- Establecer la capacidad del sistema
La cantidad de aire que necesitamos para la ventilación hoy no tiene por qué coincidir con la que necesitará un proyecto dentro de unos años. Colocar conductos extra grandes para su uso futuro es caro y ocupa mucho espacio disponible para el cliente. Si es posible, se debe trabajar con unidades que ahorren la mayor superficie posible. - Instalar unidades que puedan soportar grandes fluctuaciones de volumen
Los inmuebles de oficinas modernos están equipados, en principio, con alguna forma de gestión de la demanda para el sistema de climatización. Por lo tanto, es importante que, al seleccionar las unidades de ventilación, se asegure de que el sistema tiene una capacidad suficientemente grande para la mayor demanda de volumen, así como que se puede adaptar a un caudal mínimo bajo en el que siga funcionando de la manera prevista. De este modo, se minimizará el uso de energía y se mantendrá un ambiente interior confortable. - Un sistema de control de la demanda bien diseñado
Hoy en día no sólo se controla que alguien esté en un lugar determinado. En una instalación moderna, el clima interior se regula en función de las necesidades de energía (refrigeración/calor), la presencia, el CO2 y varios tipos de emisiones, la llamada regulación de COV. La forma exacta en que debe regularse depende, por supuesto, de las necesidades y el comportamiento de los ocupantes. Es importante asegurarse que el sistema elegido para la gestión de la demanda pueda adaptarse fácilmente a los futuros inquilinos. - Plantear una solución de sistema
Hay que recordar que un sistema de ventilación puede ser reconfigurado varias veces durante su vida útil. Con un sistema sostenible, que pueda gestionar la personalización (a veces incluso sólo de los controles), se podrá tener en cuenta futuras remodelaciones y conseguir que el sistema esté preparado para adaptarse a los cambios con el paso del tiempo. Si se está dirseñando una oficina, es especialmente importante elegir un sistema orientado a la demanda en el que los cambios tanto físicos (hardware) como digitales (software) sean rápidos y sencillos, de modo que las instalaciones puedan adaptarse a las demandas cambiantes de los ocupantes, sin necesidad de costosas reformas.
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- WISE: WISE es un sistema de ventilación controlado en función de la demanda que incluye productos físicos, sistemas de control y comunicación. Ahorrar energía y asegurar un clima interior óptimo nunca ha sido tan fácil.